jueves, 7 de agosto de 2008

EL ARTE DE LA FUGA

El arte de la fuga es inversamente proporcional al arte del discurso. El fracaso de una fuga se evidencia en el hilo de Ariadna de la escritura, en la constelación verbal que, como el suicida sus palabras últimas, deja tras de sí el huido en la atávica esperanza de no fundirse sin retorno en el vacío. Acaso huir no sea más que el grito aterido de un náufrago a merced del oleaje, la llamada de atención sobre la carta final abandonada falsamente en el buró, quién sabe si el terror a la fragilidad del mundo escrito como antesala de la nada engastada en el mundo real. Un pavor semejante acometió a Magris al descender a los infiernos y dejar allí a su Eurídice, temeroso de regresarla a la ágrafa banalidad de esta otra orilla desde el cadáver exquisito balanceado por su Verde Agua.

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La fuga, si no es arte, responde a la persecución, al destierro, al auto de fe. La fuga puede ser una corona de espinas entretejida en el tapiz tembloroso de la culpa. El inquisidor exige la cremación de la escritura delatora sin saber que la palabra nunca arde: sólo arde su cantor. E pur si muove. El inquisidor, obsesionado con la pureza impostada del fuego, ignora que la damnatio memoriae exige la escritura para ser letal y epifánica al tiempo, en un acto caníbal en que sólo unas palabras pueden redimir de otras, devorándolas con ensañada pulcritud.

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En el principio no fue el verbo, sino la tachadura, esa rature que según Cabrera Infante anida en la literatura, como si en el hecho de escribir –o no sólo– la muerte precediera por fuerza a la vida. Todo lo demás en esa dama bifronte es litter: desperdicios. Al escritor fugado y execrado se le amputa el brazo, se le priva del cálamo, se le queman sus manuscritos, sus cartas. Al escritor fugado y execrado sólo le queda mirar hacia atrás, como un Orfeo paralizado nel mezzo del camin. Pero bajo la lengua esconde siempre su pastilla de cianuro, el libre albedrío de su divina tachadura.

31 comentarios:

Idea dijo...

Ana, como siempre, exquisita. Pero ¿dónde ir cuando la fuga es la huída de aquel que es uno mismo? En ese caso, el destierro (imposible) es la condena a vagar en un limbo sin fronteras hasta volver a encontrarse.
Un beso grande para ti.

NUNCIO TAMALLANGOS dijo...

Querida Ana,

Tu entrada me ha hecho venir a la cabeza a Blanchot (al que hace unos días releía). De hecho, me ha hecho pensar en un pasaje en concreto (aunque seguramente nada tendrá que ver con él, pero los caminos de la mente son insondables y los de la mía no van a ser menos). Con tu permiso, lo transcribo:

"Escribir no está destinado a dejar huellas sino a borrar, por medio de las huellas, todas las huellas; a desaparecer en el espacio fragmentario de la escritura, más definitivamente de lo que se desaparece en la tumba; o también a destruir, a destruir de forma invisible, sin el estrépito de la destrucción"

Un beso sin estrépito

Anónimo dijo...

Ana,
qué inteligente eres y qué bien escribes. Sigo pensando que es una gran suerte haberte encontrado, y no creas que soy de "amores fáciles"...

Muchas gracias , una vez más, por seguir dejando parte de tí aquí.
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Mi queridísima Idea: Tu atinado comentario me recuerda aquella otra huida, la del caballo de Kafka, que huye hacia delante sin saber adónde... Huir es una forma de viajar y en ese viaje transfigurarse, gracias a la distancia, que todo lo bendice.
Beso afectuoso.

***

Preciado Nuncio: Qué oportuno el rescate de ese magnífico texto de Blanchot. ¿Puedes darme la referencia exacta? Gracias infinitas por tu aportación.
Beso con huella.

***

Mi querida Only: La suerte es la mía, por contar con tu extraordinaria generosidad y la de los amigos que habitualmente pasáis por aquí. Puedes creer que sois un maravilloso estímulo.
Beso con enorme cariño.

NUNCIO TAMALLANGOS dijo...

Faltaría más:

Maurice Blanchot. El paso (no) más allá. Ed. Paidós. Colección Pensamiento Contemporáneo. (Página 81)

Creo que será una lectura provechosa. Yo la redescubro constantemente.

Otro beso, Anísima.

Anónimo dijo...

Grazie mille, querido mío.
Aún recuerdo esa otra maravilla de Maurice: La risa de los dioses.
Beso entre páginas.

Anónimo dijo...

En una fuga involuntaria no suele haber disipación, si acaso engaño. La escritura es un hábito elusivo, encubridora de un drama o de una simple comedia triste, de una censura a la que no se somete. No es veneno la última tachadura sino violencia rebelde que no precisa del significado para tener sentido

Texto hermoso y triste… y lúcido. Enhorabuena

Saludos

Anónimo dijo...

Novaleunfigo: Sus comentarios sí lo valen, ciertamente :-) Gracias por su visita.
No, el veneno, en contra de su apariencia, es una puerta abierta. No creo que el cianuro de la tachadura sea una forma de morir, sino una forma de ser libre. Aunque la libertad y la muerte muchas veces se asemejan demasiado: acuérdese de Sócrates. Sacrifiquemos, pues, un gallo a Asclepio, con palabras rebeldes y radiantes...
Bienvenido a esta casa.

PEGASA dijo...

Cierto es que la visita a hurtadillas que he hecho a tu blog, me ha impregnado de sabiduria. Me encanta como escribes. Casualmente he llegado aquí por el comentario de felicitación que has dejado en "LA NOTA DISCORDANTE" pero creo que como siempre. Carlos me ha vuelto a regalar la posibilidad de poder acceder,por estas casualidades de la vida, poder visitar blog tan hermosos como el tuyo. Me ha encantado como escribes y mucho me temo que tendrás que soportar mi presencia más asiduamente.

Anónimo dijo...

Pegasa: Me encanta que estés a gusto en esta casa. Tus pasos siempre serán bien recibidos. Bienvenida.

Elba Torres dijo...

Me han recomendado tu blogs, estoy acabada de llegar a este mundo y lo tuyo me ha parecido todo un homenaje a la belleza y a eso de ser verdaderamente cultos, te invito a mi sitio, gracias Ana; http://lamaldiciondepedro.blogspot.com

rubén dijo...

Viajar es siempre huir. Lo demás es turismo.

Anónimo dijo...

Querida Irene: Qué bien que recalaste por aquí. Gracias a los amigos de cuya parte vienes... y gracias también por tus elogios Actriz y poeta: esta es tu casa.
Beso de bienvenida.


***

Querido Rubén: Viajar. Huir. Encontrar cerraduras en instantes fragmentados. Estar al fin a solas. Sí, es algo así.
Beso en ruta.

zeta dijo...

Escribir siempre será una fuga, ya sea de ideas, de uno mismo, de sueños, invensiones, etc. Tal vez por miedo al vacío... Pero de igual modo no puede ser aniquilada: cobarde y valiente siempre huyen de algún modo. Claro, a la muerte nunca la esquivan, y el honor hacia ésta cada uno se exige morir... Muy lindo O_O. En la entrada anterior me faltó decirle lo hermoso de la foto, obviamente la modelo O_O. Lo demás está bien, felizmente...Besos, disfrute de su arte, y tal vez de su fuga...

Luis López dijo...

"Siempre hay esperanza y oportunidad para cambiar porque siempre hay oportunidad para aprender"--(Virginia Satir).

El que se fuga huye de si mismo. Pierde todas sus bazas. Desiste (tal vez tropiece en la misma piedra). No puede salir. Se hunde. Ni siquiera es náufrago,simplemente es perdedor. En los juegos (y en la vida) unos ganan y otros pierden. C´est la vie. DOLOR.

Anónimo dijo...

Mi querido Zeta: En fuga permamente... Besos en lejanía.

***

Querido Luis: El que se fuga no siempre huye de sí, a veces huye hacia sí, hacia un lugar donde ser más a gusto...
Besos muchos.

zeta dijo...

Le agradezco la visita y el comentario, me honra que le haya gustado lo que escribí, aparte gracias a su comentario descubrí un error...Bueno, la dejo, continúo mi fuga. Chao.

Haykus-el hombre solo dijo...

Buscaba comentarios a Stefan Zweig y me encontré con una maravilla escrita por tí, en uno de tus blogs anteriores, a través de él encuentro este, mas fascinado aún y que pienso seguir visitando si no es molestia. Gracias por esas puntualizaciones tan acertadas sobre Stefan Zweig.

Anónimo dijo...

Amigo Zeta: Siempre encantada de leerte... e incluso de iluminar errores :-)
Beso y abrazo.

***

Querido Haykus: Me alegra haberte guiado desde mi particular Akademia hasta este jardín de Victorias. Gracias por tus generosas palabras y, sobre todo, gracias por querer pasar más tiempo en esta casa: es toda tuya.
Un abrazo de bienvenida.

M. dijo...

Abundando un poquito más en Blanchot y otros temblores.

Anónimo dijo...

Mar: Gracias por tu aportación. Saludos.

Daniel Rico dijo...

Magnifico ana

Me ha recordado el poema "FUGA" de Alejandro Santana:

"Como quiere a la distancia
el exiliado,
como quires de a momentos
el perseguido."

Saludos desde el otro lado del mar.

Anónimo dijo...

Querido Daniel: Gracias por ese poema. Beso amante de distancias.

Cristian M. Piazza dijo...

Dicen que no se puede escapar de uno mismo, que los destinos son como la sombra, callada pero inapelable. ¿No fue eso lo que le sucedió a Edipo en su intento de fuga?

Besos fugaces

Anónimo dijo...

Cristian: El destino, como la ruina, se lo suele labrar a conciencia uno mismo. Eso sí: no por ello deja de ser inapelable como la propia sombra...
Beso, queridísimo.

zeta dijo...

Los errores son luces que alumbran los abismos... No hay que molestarse que un alma caritativa te alumbre el camino...Besos.

Anónimo dijo...

Desafortunadamente, las almas caritativas nunca faltan, querido Zeta...
Beso.

Morgenrot dijo...

¡ Bellísimo, maestra !

Entre el pánico de la huída, el "sin estrépito de la destrucción " y el verde agua, me hundo entre mi ignorancia y el disfrute pasional de la grandeza de unos pocos.

Todo éllo me recuerda a una antigua balada china, "La balada de la yegua ausente ".

Con la admiración de quién , como Nuncio, quiere fugarse a un lugar en el que no esté yo mísma.

Anónimo dijo...

¡¡Hermosa, qué bien tenerte de regreso!! Estoy segura de que en tus fugas y ausencias te desencuentras sabiamente.
Un beso de rebienvenida.

Arturo Pérez-Reverte dijo...

Lo mejor es echarse a la mar, como yo.

Anónimo dijo...

Pues mande alguna botellita con mensaje. Espero.