domingo, 7 de diciembre de 2008

MONTEVERDI FOR EVER

A pesar de que tan sólo dos lectores se han aventurado a pronunciarse, como les proponía, sobre las dos versiones del monteverdiano Lamento della Ninfa presentadas en la entrada anterior –tres, en realidad, si contamos la que aparece en el pasaje de la película Pont des Arts de Green–, daré aquí para ellos los datos de las versiones en cuestión y desvelaré la relación existente entre dos de ellas, de las que en cierto modo se puede decir que son la misma (es verdad, siempre me guardo un as en la manga).
La versión en que Sarah hace palidecer a su auditorio al completo a excepción del asesino Innombrable es obra de Claire Lefilliâtre (acompañada por Jean-François Novelli, Jan van Elsacker y Arnaud Marzoratti), miembro de Le Poème Harmonique, agrupación que ha grabado recientemente un hermoso montaje en dvd del Cadmus y Hermione de Lully.
En cuanto a las dos versiones que se presentan a continuación, la primera (“la de la vela”) es de Rinaldo Alessandrini, al frente del Concerto Italiano. La soprano es Rossana Bertini, e incluso diré que una de las voces masculinas (contratenor) pertenece a Claudio Cavina. La versión segunda está interpretada por el grupo La Venexiana, a cuya cabeza se encuentran Claudio Cavina y Rossana Bertini. No, no me he equivocado. ¿Qué significa esto?
Claudio y Rossana se dedicaban al bello mundo del madrigal amoroso bajo la dirección de Rinaldo Alessandrini cuando, de repente, descubrieron que pasar del dicho al hecho podía ser más placentero que quedarse en las notas y suspiros de Monteverdi. Para ese entonces habían grabado ya para el sello Naïve (opus 111) el Octavo Libro de Madrigales Guerreros y Amorosos de Claudio Monteverdi con el Concerto Italiano y el amigo Alessandrini (bellísimo disco, por cierto). A los pocos meses, los enamorados Claudio (Cavina) y Rossana decidieron poner pies en polvorosa y dejar colgado a Rinaldo para mejor vivir su ardor (todo esto es un decir, no me hagan caso); pero como no todo iba a ser amor, y donde no hay harina todo es mohína, pues decidieron fundar un nuevo grupo vocal y de paso hicieron polvo con ello a Alessandrini: ese grupo es La Venexiana, nutrido de la mayoría de voces del Concerto Italiano, a quienes arrastraron a la nueva formación. La Venexiana (que lógicamente en poco se diferenciaba en sus primeros tiempos del Concerto Italiano, aunque con posterioridad ha ido incorporando otras bellas voces) ha grabado para el sello Glossa la magnífica integral de libros de madrigales de Monteverdi (y asimismo la imperdible de Gesualdo, de quien se ha hablado también por estos pagos). Y es que, culebrones y cuestiones personales aparte, La Venexiana -que es lo que verdaderamente importa- constituye una referencia inexcusable en el panorama vocal de la música antigua.
Entre las dos versiones media, al menos, la evidente diferencia en el tempo. Las indicaciones de Monteverdi al respecto dejan carta blanca en la interpretación del Lamento della Ninfa; en todo caso, es posible que la versión que aquí se ha recogido de La Venexiana (hay otras en diferentes grabaciones: por ejemplo en La Venexiana Live in Corsica) resulte excesivamente lenta. La interpretación de Claire Lefilliâtre a mí me resulta decididamente hermosa y sensual, aunque la transparencia vocal de Rossana Bertini… Quid faciam?
Por último, si no quieren odiar a la Ninfa para siempre, les recomiendo que no escuchen las versiones de Montserrat Figueras (la mera mención de su nombre me estremece) ni de Natalie Dessay. Les advierto que su audición puede causar daños irreparables en el hemisferio cerebral derecho. Non mi tormenti più. Aquí les dejo el bellísimo texto del madrigal monteverdiano.

Amor, dov'è la fe'che il traditor giurò? Amor, dicea; il ciel mirando il pie fermò. Fa che ritorni il mio amor com'ei pur fu, o tu m'ancidi ch'io non mi tormenti più. Non vo' più ch'ei sospiri se non lontan da me; no, no che i suoi martiri più non dirammi affè. Perchè di lui mi truggo tutt'orgoglioso sta che sì, che sì, se'l fuggo ancor mi pregherà. Se ciglio ha più sereno colei ch'el mio non è, già non rinchiude in seno amor, sì bella fe'! Nè mai sì dolci baci da quella bocca havrà, nè più soavi -ah, taci, taci, che troppo il sa. (Miserella! ah più no, no tanto gel sofrir non può.)
.
A cuidarse. Monteverdi for ever.

40 comentarios:

Elvira dijo...

Querida Ana: Sí, siempre nos sorprendes, pero ahí está la gracia.

De la versión de Claire Lefilliâtre me quedo con dos cosas (además de la bellísima voz):
1.-Con el tempo, creo que es el más equilibrado, pues como bien dices la tercera versión es algo lenta, y creo que "la de la vela" es un poco rápida.
2.-Cuando canta el final: "Nè mai sì dolci baci da quella bocca havrà, nè più soavi -ah, taci, taci, che troppo il sa." Perfecto.

Pero en su conjunto me sigue emocionando más Rossana Bertini en "la vela". Besos.

Pablo J. Vayón dijo...

No conocía la versión de Dessay, que está francamente mal aquí, sin la dulzura que requiere la pieza, una pena porque su Música del Orfeo está algo fuera de estilo pero resulta espectacular en la coloratura. Hay una versión del Lamento della Ninfa que no se suele comentar casi nunca, pero que a mí me parece de las mejores: está en un disco del conjunto Tragicomedia, grabado en Teldec hace mucho con el título de Madrigali Concertati. La soprano es una extraordinaria Viveca Axell. La Warner ha reeditado el CD en la serie esa que dedicó a los 50 años de Das Alte Werk. Las versiones de Bertini con Alessandrini y Cavina están bastante bien, pero me pone más la voz de Lefilliâtre, la verdad...

Anónimo dijo...

Querida Elvira: Muy buenas y atinadas tus apreciaciones. Creo que en conjunto la versión de Lefiliâtre es más sensual, con una orientación más seductora, en tanto que de Bertini resalta esa pureza cristalina de su timbre.
Gracias por "mojarte". Besos.

***

Mi admirado Pablo: Dessay hace gala, como muy bien dices, de una coloratura pasmosa, pero no es ese el recurso que más debe destacar en el Lamento della Ninfa; por eso Dessay se carga el Lamento alevosamente. Ese disco de Haïm es un poco desastroso en su conjunto, la verdad; y es raro, porque Haïm suele tener mucho gusto en sus grabaciones.
La versión que mencionas de Axell sé que la he oído alguna vez, pero no la tengo. Aunque por ese precio que aparece en el enlace, quién se priva. Esa colección de Das Alte Werk tiene más de un tesoro.
Gracias por pasearte por aquí. Besos a, ante, bajo, con, contra, de, desde... el paraguas :-)

Pablo J. Vayón dijo...

No tengo este disco de Haïm, gran haendeliana, pero que hace un Montevedi discutible: me parece muy sugerente su Orfeo, a fuerza de raro y de meter voces fuera de estilo, y en el disco posterior con el Combattimento y Villazón hay cosas que no están mal del todo y otras que rozan lo patético, en especial las canzonetas, que Villazón debe de pensar que son rancheras (lo de Si dolce il tormento es directamente de cárcel...)

Anónimo dijo...

A mí es que Villazón me ataca un poco los nervios, el angelito, y sí, en esas calzonetas digo canzonetas merece casi la pena capital. El Lamento de Haïm es bastante irregular, e incluye cortes tan espantosos como el de Dessay (y oye, qué portada más enfermiza, ¿no?).

Elvira dijo...

Gracias a ti. Lo de "mojarse" tiene sus ventajas e inconvenientes... Besos.

Anónimo dijo...

En este entorno que nos ha tocado vivir son muchos los inconvenientes de mojarse, pero la satisfacción de haber hecho lo debido creo que las sortea todas.
Más besos (hoy de fiesta).

Elvira dijo...

¡Un gusto ver tus fotos de Venecia y Florencia! No había entrado en tu habitación con vistas. :-)

Anónimo dijo...

Hay un poco de todo: Florencia, Venecia, Siena, Nueva York, Filadelfia, Tánger, Salzburgo, Viena, París, Londres... ¡¡Demasiadas para una habitación chiquita!! Pero cualquier ventana es buena.
Gracias por asomarte.

Manuel Arribas dijo...

Permíteme que entre en tu amplio espacio, ya sabes que la curiosidad es innata al hombre. Es tanto el contenido que tienes que no se por donde empezar. Volveré con más calma.
Saludos
Manuel Arribas.

Anónimo dijo...

Manuel: Bienvenido a esta casa. Recorre las habitaciones a tu gusto. Un abrazo.

Morgenrot dijo...

Mi querida Ana,

Tú ya sabes que tengo daños irreparables en mi oído, pero creo que no a la hora de estremecerme con la belleza, la de tus palabras, la de las imágenes que has clavado, y de la música - sublime- que nos has , generosamente, dejado.

Una maravilla, Ana.

Besos profundos.

Anónimo dijo...

Generosidad es siempre la que despliegas en todas tus visitas, querida Morgenrot. Monteverdi constituye placer garantizado en sí mismo, poco es lo que yo pueda aportar, salvo mostrarlo.
Y lo de tu oído, podemos hacértelo mirar :-) (es broma) En todo caso, me alegra que hayas disfrutado con una de las canciones de (des)amor más bellas jamás compuestas.
Beso.

Rukaegos dijo...

No me extraña, después de haber compartido un par de cenas con Alessandrini, que Cavina y Bertini salieran escaldados de la aventura.

Por favor, mi adorada señorita: ¿por qué tuvo que mencionar en su artículo a esa especie de gata maullante de la Figueras y a la Dessay perpetrando barroco? Me chirría la neurona auditiva desde que vi sus nombres escritos.

Besucos, reina mora.

Anónimo dijo...

Aparte del amour fou, algo de ese jaez me temía yo, queridísimo. Si quieres puedes dar detalles... :-)
En cuanto a lo de las dos perpetradoras, no dirás que no avisé... Lo de la Figueras es inexplicable -me refiero a que no la haya asesinado alguien en alguna esquina tras un concierto-. Y lo de la Dessay es, en ese Monteverdi, para darle garrote; con lo bien que está en otroa repertorios, por diox.
Besillos, mi odalisco.

zeta dijo...

Je,je, lo último sonó muy Pop, pero está bueno, usted le hace un texto precioso a su as, aunque, para ser correctos, le entendí muy poco, y es que conozco de la lírica lo que de las mujeres: Nada.

Se retira su humilde desubicado, prometiendo que volverá...Beso.

Anónimo dijo...

Lo de la lírica se puede arreglar con cuatro libros, pero lo de las muejres ya es peor. En todo caso, creo que puede desistir con calma: es tarea perdida de antemano :-) Eso sí, no me abandone a Monteverdi, que ese sí es imprescindible.
Besos.

Rukaegos dijo...

Y ya hablando de Monteverdis: ¿Conoces la espectacular Selva Morale de Cantus Cölln en Harmonia Mundi? Toda una referencia.

Aunque le he pedido a Gaspar una segunda opinión en Reyes con la Selva Morale de Gabriel Garrido y su Ensemble Elyma. ¿Me habré portado bien como para merecerlo?

Beijinhos

Anónimo dijo...

Rukaegos: Bien que la conozco, queridísimo, a mí se me va el alma con Monteverdi... Buen trabajo el que hizo el amigo Junghänel, también con las Vísperas, ¿verdad?... La versión de Garrido no la he escuchado, aunque sí su Orfeo, que está muy bien. Ya me contarás, tú que podrás comparar :-)
Yo no me puedo quejar, que los reyes musicales me están ya trayendo buenos bocados. Si te pasas por HM aprovéchate del descuento del 25% en zig-zag. Te recomiendo vivamente, si es que no los tienes, los discos de Westhoff, Walther, Biber, Bononcini y Forqueray.
Y sí, por lo que yo sé, eres bueno como para recibir ese Monteverdi, e incluso alguno de los que te he citado como propina. Diles a los reyes que me pregunten o me pidan un informe :-)
Besones.

Unknown dijo...

Muy interesantes sus comentarios a los cuales he caído buscando por google. En lo que se refiere a los Madrigales de Monteverdi les recomiendo mucho un grupo que acabo descubrir: Delitiae Musicae dirigidos por Marco Longhini. Interpretan Monteverdi con voces masculinas únicamente. El resultado es magnifico, todavía no han grabado el Lamento della Ninfa pero sus versiones del "lasciatemi morire" o la "cruda amarilli" son realmente impresionantes. Mi versión preferida del Lamento della Ninfa es la dirigida por Roberto Gini, Ensemble Concerto, con Cettina Cabelo quien también participa en el Combattimento con el inolvidable Carlo Gaifa. Fue editado por Tactus ahora lo tiene Brilliant Classics.
Saludos de Panama:-)

Unknown dijo...

También quería agregar unas palabras de la gran persona que es Eugene Green. Me marcó mucho cuando fuí estudiante en derecho en Montpellier. En el curso de Historia de las Ciencias Políticas del Profesor Michel Miaille, tabajamos estrechamente con él, nos enseño a declamar a Bossuet. Nos llevó a todo el grupo a Versailles y fue una experiencia inolvidable. Es también gracias a él y al Profesor Miaille que descubrimos Atys de Lully. Si hoy tenemos al grupo del Poeme Harmonique en Cadmus et Hermione es un poco gracias a él ya que fue el primero en defender la declamación barroca.

Anónimo dijo...

Estimado amigo: Qué bien que haya caído por esta casa. Tomo buena nota de sus apreciaciones, en especial de ese nuevo descubrimiento del que nos da noticia. Me cuesta imaginarme a Monteverdi sin voces femeninas en algunos madrigales -admitamos que el Lamento della Ninfa debería ser cantado por una ninfa-, pero es muy probable que en lo estrictamente musical sea bueno el resultado; parece usted oyente de buen gusto. En cuanto a Cettina Cadelo, he visto esa caja de Monteverdi en Brilliant pero no me animado por la omnipresencia de Emma Kirbi, que no suele gustarme demasiado. Sin embargo, ya he localizado el disco de Tactus, que creo que caerá a la cesta, ha despertado usted mi curiosidad: gracias :-)
Gracias, también, por compartir sus experiencias. Un saludo cordial y bienvenido.

zeta dijo...

No creo poder abandonarlo, ya que nunca lo tuve...Sí, me interesa lo de la música, apenas se cruce un libro de esos en mi vida le echo un vistazo. Lo de las mujeres, qué puedo hacer, ahí no me atrevo a contestar nada. Suerte, cuidese.

leo dijo...

Yo no me puedo mojar, no tengo opinión formada, soy una ignorante en la materia. Por eso todo esto es un mundo totalmente nuevo para mí, sólo de disfrute, sin juicios de valor: un descanso, vaya.
Besotesssss

Anónimo dijo...

Bueno, la emoción también tiene sus gustos... :-)
En todo caso, me alegro del disfrute: de eso se trataba. Besos.

Anónimo dijo...

profano como soy, aprecio de tu post sobre todo lo poético del texto en italiano

mi saludo

s

Anónimo dijo...

Gracias, amigo Amor. Bienvenido.

matlop dijo...

besotes rimbombantes Ana!!!!


M.

Anónimo dijo...

¡¡Hey, amigo Matlop, superabrazo!!

Unknown dijo...

Gracias Ana por permitirme dar un pequeño aporte a la discusión tan apasionada sobre en el tema del Lamento Della Ninfa y de la Película le Pont des Arts. Definitivamente la casa de discos Virgin va por mal camino dándole a sus estrellas el repertorio Monteverdiano. La hija del Regimiento Dessay y el Mariachi Villazón tienen su lugar en otra parte y hay que quedarse mejor con Cavina y Bertini. Te cuento que me he puesto a ver la película les Ponts de Arts de nuevo en casa, y me ha dado por descifrarme un acertijo: ¿Cuál es o cuál sería el conjunto musical al cual Eugène Green quiere hacer referencia en su película? ¿Quién podría ser este Señor tan peculiar llamado “l’innommable”? Aunque Dumestre y Lefilliâtre son los que interpretan la música en la realidad, de ellos no se trata, claro está. Es pura ficción, me dije, pero quizás no tanto. La historia de Sarah se desarrolla en el París de finales de los años setenta, principio de los ochenta. Green, a parte de contarnos una bellísima historia de amor, realiza una crítica acérrima del sistema de educación francés que se especializa en destruir la autoestima, y del papel que juega la cultura en aquél país (más que en cualquier otro país europeo) como símbolo de estatus social (Bourdieu), y nos recuerda lo burocrático que es hacerse un huequito en el mundo de las artes si no se tienen amigos influyentes bien parados a los que hay que regalarles hasta el trasero, y que quieren imponer a los demás su visión de la cultura como lo es la “Fiesta de la Música” invención del Ministro Lang. No pienso que “Innommable” sea una sola persona en la realidad, pero las referencias son a veces manifiestas: habla con acento anglosajón (que puede ser americano de Boston), y dice estar harto de tener que escoger cantantes franceses para satisfacer los políticos que le financian. Es un dictador musical, casi un Lully del siglo XX. En el mundo real, la cantante bien conocida Guillemette Laurens tuvo problemas muy grandes con el Sr. Billy Christie, que es americano nacionalizado francés como Engène Green. Guillemette y muchos otros se quejaron en su tiempo de los métodos dictatoriales de Billy, que éste exprimía a sus cantantes y músicos como limones y que luego los botaba a la basura, que sólo él detenía la verdad en lo que interpretación barroca se refiere (lo que no impide que sea, él también, un gran artista). Al parecer Billy ya ha cambiado sus métodos, y hasta grabó con Benjamín Lazar, el joven director de Teatro, el San Alessio de Landi. Pero Guillemette no le ha perdonado (y tampoco Green pienso), y no creo que les vean grabando disco alguno hoy con Billy. Pero regresemos al acertijo: Guillemette Laurens grabó en 1981 un disco memorable que se llama(ba) “Altri Canti” editado por Harmonia Mundi con Billy y su recién creado grupo “les Arts Flo” . La podemos escuchar como una muy convincente y fresca Ninfa (antes que la exprimiera por completo Billy) acompañada por grandes como Michel Laplénie, Dominique Visse, Christophe Coin, Konrad Jughanel…Así que saqué el disco o más bien la cassette del desván, llena de polvo y de moho, y me he puesto a escucharla. Ya me conseguí la versión CD con un amigo. Esta versión del Lamento Della Ninfa es un poco áspera en el continuo, pero muy buena en verdad y te la recomiendo. Es una manera de palpar (opinión muy subjetiva mía claro) lo que sería la escucha del Lamento en la época descrita en la Película le Pont des Arts. Muchos Saludos.

Anónimo dijo...

Querido amigo Pierre Juliá: Curioso culebrón el que nos traes hasta aquí :-) La verdad es que no tenía la menor idea de las pésimas relaciones entre Guillemette Laurens y William Christie, ni tampoco de los métodos ingratos del maestro. A la luz de ellas, resulta divertido pensar que Laurens grabó a las órdenes de Christie Il Ballo dell'Ingrate :-) El innombrable bien puede ser aquel a quien no se puede nombrar... porque no se debe. Indudablemente, el particular desarrollo de la historia cinematográfica sugiere que hay muchas más cosas detrás, pero bien puedes tener razón en tu sugerencia de que, a la hora de perfilar los caracteres de ciertos personajes, Green pudiera tener in mente la identidad de gente del mundo de la música bien conocida por él en sus intimidades. Sea o no cierto lo que planteas, la tentación de creerlo es grande :-)
Gracias, de nuevo, por tu sugestiva aportación.

Anónimo dijo...

Querida Ana,
en vista de que no ublicas...tendré que hacerlo en esta entrada:

te deseo una muy Feliz Navidad, con todos los ingredientes que necesites, sueñes, anheles...
y con salud, paz y amor. Casi nada..:)


Un fuerte abrazo, de corazón


Mariluz

Anónimo dijo...

Queridísima: Si es que ya sé hasta de lo que quiero hablar!!! Pero no logro encontrar tranquilidad para escribirlo. Intentaré por todos los medios renovar este fin de semana, o vais a desertar de esta casa :(
Muchos besos y felicidad para ti. Sólo lo mejor,
A.

Anónimo dijo...

Admirada Ana: Siempre es un placer recoger cada uno de tus comentarios, allá por donde estés. Sorprendes en tu sabiduría, en tus guiños, en tus palabras y en tus silencios.
De tus versos he pasado a esta Silva errática y fecunda a la vez que son los blogs y sus destellos multiculturales.
Felices fiestas y un beso

Anónimo dijo...

Querido amigo Anónimo: Tus palabras son un espléndido regalo de Navidad y ello porque, más allá de los gratísimos elogios, me encanta que deambules tan a gusto por mis casas. Ojalá 2009 quiera mantenerte entre mis invitados. Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Felices Fiestas de Navidad y que la música que oigamos mañana, suene de mejor forma que la de hoy, si fuera posible.
Besos

Anónimo dijo...

Sea :-) Felices Fiestas, querido Escéptico. Un fuerte abrazo y un beso para el año que comienza.

Elvira dijo...

¡Muy feliz Navidad, Ana! Besos.

Morgenrot dijo...

Mi querida Ana :


¡ Feliz Navidad !, te deseo de todo corazón.


Un fuerte beso

Anónimo dijo...

Mis queridísimas Elvira y Morgenrot: Que estos días finales os sean propicios y que los viváis con la certeza de un 2009 superior. Un gran beso.