sábado, 12 de septiembre de 2009

AJUSTE DE CUENTAS

Cuando el amor entra por la puerta una vida cae por la ventana. No se concibe la existencia sin el acto de pagar. En el principio fue el trueque. En la miserable geometría del dinero se inscribe la precaria arcilla que conforma los objetos, y no sólo: también los sentimientos se ven obligados a trazar su cuadratura errática del círculo. Ni siquiera el último pasaje nos transporta a un lugar libre del diezmo: el barquero final requiere de sus óbolos como si el vivir y sus sevicias materiales no hubieran quedado en la otra orilla.
Cuando el amor entra por la puerta una vida cae por la ventana. Por el amor hay que pagar bien alto y en especie: bien alto para asegurar que no se sobrevivirá al trayecto de caída, en especie para asegurar que una de las partes quede siempre en deuda. En las sacudidas del amor hay un algo de los estertores de la muerte, igual que en la corriente de los flujos seminales late la cadencia espesa de la sangre derramada. Amar es entregar una lápida sin nombre a la maleza, grabar una leyenda única al pie de una morera: amor omnia, como hiciera la resuelta Gertrud que Dreyer perfiló. El ardor del amor se transcribe con las letras heladas del mármol, con el acto incisivo del punzón sobre la carne estremecida de la piedra. Sólo así la transacción se cierra. La naturaleza es madre y parca: alumbra y siega. También es avara, es usurera, recuenta sus monedas con pasión mal encubierta de contable; exige un morir o un matar allí donde puso la semilla de un albor, o la belleza.
Recuerdo las imágenes primeras de Anticristo, la polémica película de Trier que he visto hace unos días. Él y Ella, el Hombre y la Mujer sin nombre, hacen el amor en una secuencia lenta, minuciosa, demorada, en un elegante blanco y negro. Mientras ellos forman parte sin saberlo de la mecánica vital del universo, su hijo trepa hasta el balcón, abre la puerta, se suicida. Acompaña al desarrollo de la escena el “Lascia ch’io pianga” del Rinaldo, de Händel. La romana impasible del mundo se equilibra tantas veces trastornando la frágil percepción de los humanos. Pocas veces pagar es agradable. Es difícil aceptar que algo nace sólo porque algo se destruye.
Hace cinco años, al atardecer, en una playa casi vacía del sur, una mujer escuchaba el “Lascia ch’io pianga” mientras escribía un poema: Medusas. En aquella ocasión moría también un niño: era el precio estipulado por la pureza incorruptible del paisaje, mientras Almirena pagaba con su propia esclavitud su amor por el héroe cruzado Rinaldo –Lascia ch'io pianga mia cruda sorte, e che sospiri la libertà– y el mundo seguía su curso imperturbable, satisfecho con el debe y el haber.

27 comentarios:

Elvira dijo...

Bellísima el "Lascia ch’io pianga" de Händel, que no conocía. Pone los pelos de punta.

"Pocas veces pagar es agradable. Es difícil aceptar que algo nace sólo porque algo se destruye." Muy duro pero cierto.

Besos melancólicos

Anónimo dijo...

Elvira: Ese Rinaldo es bello del principio al fin. Una de mis óperas favoritas de Händel; si un día te apetece tenerla, compra la versión de Hogwood; aunque tiene algún que otro pero, es muy recomendable.
Pagar, sí: esa moneda con dos caras...
Un beso, querida.

La Rata Paleolítica dijo...

Es cierto lo que dices, y muy duro el aplicar ese ciclo de la vida al amor.
Todos llevamos cicatrices en mayor o menor grado, por eso acabo de leer tu bonito escrito pensando, pensando que el Sol también saldrá mañana por el Este. ;o)
Y me voy a disfrutar a Sinatra.

Jesús.

Anónimo dijo...

Cuando las cicatrices se desdibujan por el tiempo parece que empieza a amanecer... Un abrazo, querido Jesús.

José Luis dijo...

Si, de acuerdo,pagar,comprar, la vida y la muerte, los vestigios del amor ¿Pero acaso no es todo lo que el ser humano hace o deja de hacer un invento para intentar justificar su existencia o su no existencia? Qué sabemos...intuímos un ciclo, pero solo eso. Pagar, comprar son conceptos con fuerza en idiomas como el inglés, en otros idiomas del espíritu humano no existen o son una forma de moneda galáctica que quiere, intenta trascender. Somos en realidad poca cosa todavía, seguimos sin ver más allá de las narices.Y miramos con desolación nuestras monedas.

Anónimo dijo...

En toda moneda está impresa la desolación, Zocato. Abrazo impagable.

leo dijo...

Los dioses juegan al "Precio justo", solo que no dan a conocer las reglas. A mi corto entender, el amor es la moneda más que el beneficio o el perjuicio.
Una grandísima entrada, Ana. He dsifrutado mucho los enlaces.
Un beso a tu medida, gratuito.

Anónimo dijo...

Leo: El amor es siempre una moneda, que a veces adquiere la forma de un dado. Ese es el secreto de los dioses envidiosos; ellos determinan el balance del mundo: a ellos siempre les salen las cuentas. Un beso, bella, como un regalo.

Emetorr1714 dijo...

Lo más injusto de esta vida es que todo, absolutamente todo ha de pagarse, y ha de morir y desaparecer.
Pero me queda la duda de lo contrario.

Bellísimo el poema que escribiste en la playa de Cádiz, en el que entremezclas el grito del niño, con el canto de Armida y con tus sensaciones.
El resplandor que dejaste bajo el sol no se apagará.

Besos

Anónimo dijo...

Mi querido Fan: No sé muy bien si es injusto o es simplemente una manera de que todo cirsule, indefectiblemente... Beso con fulgor.

Antonio Tello dijo...

Hermoso texto, querida Ana, para dar cuenta de las implacables leyes de la armonía que nos gobiernan. Besos.

Anónimo dijo...

Antonio: Siempre hay leyes, sí, siempre hay algo o alguien que custodia, las más de las veces contra nuestra voluntad. Beso.

escéptico dijo...

El amor se paga con la soledad, con el dolor, con los recuerdos, con las heridas nunca cicatrizadas, con el olor de la piel acariciada, con la tensión de aquel momento, con la imposibilidad de repetir el instante, con la negativa al deseo, con el silencio, con la no coincidencia, con la mirada, con los besos...

Anónimo dijo...

Demasiadas, demasiadas monedas... Beso, Escéptico.

Antonio Torralba dijo...

Muy bonito lo que has escrito y lo que escribiste en Cádiz. Me encanta pasarme por aquí.
Me permito recordar la otra letra de la misma hermosa zarabanda de Haendel (por cierto, aquí cantada en vivo por la misma hermosa voz:http://www.youtube.com/watch?v=0qv88wKEA5M)

Aunque revestida de un tópico viejo, esta letra (de El triunfo del tiempo y del desengaño)viene a hablar en cierto modo de eso mismo que tú dices: del cobrador del frac. Me gusta mucho la segunda estrofa: giungerà quando nol crede il cuor.

Lascia la spina
cogli la rosa;
tu vai cercando
tu vai cercando
il tuo dolor.
Lascia la spina
cogli la rosa;
tu vai cercando
il tuo dolor.

Canuta brina
per mano ascosa,
giungerà quando
nol crede il cuor.
giungerà quando
nol crede il cuor.

Deja la espina
coge la rosa;
tú estás buscando
tú vas buscando
tu dolor.
Deja la espina
coge la rosa
tú vas buscando
tu dolor.

Blanca escarcha
de mano oculta
llegará cuando
el corazón no lo crea
llegará cuando
el corazón no lo crea.

Baci

Anónimo dijo...

Antonio:
El cobrador: ese sí que es el oficio más antiguo del mundo... Gracias por traer ese Lacia la spina. Bacio soave.

Fer dijo...

Podría ser un trato: si no pido nada de tí, vive, por favor, vive. Y si así se cumple, amor pagado, amor vivo, huella imborrable.

Discútelo, si te atreves: puede ser fácil rebatirlo.

Saludos, Ana.

Anónimo dijo...

Sall: Quizá sea demasiado bello como para no querer rebatirlo. Al orden del mundo también se le pueden hacer trampas... Un beso, queridísimo.

Cristian M. Piazza dijo...

Ana,

de regreso de unos días fantásticos donde la vida puede ser.

Cada vez que te leo recuerdo que las motivaciones pueden surgir inclusive, y ante todo, del dolor.

Besos

Anónimo dijo...

Cristian: ¡Qué hermosa tu nueva imagen! El dolor es un paisaje que también ofrece sus compensaciones... Un beso, queridísimo.

Rukaegos dijo...

Se nos hace necesario un poco de glamour Escada en la convocatoria, asi que le hago a usted en persona y en su blog (abusando de su amabilidad y en plan off-topic) una especialísima invitación al encuentro Blogs & Beers de Cantabria ;)

http://unsantanderposible.blogspot.com/2009/09/cantabria-blogs-beers-2009-con-eso-de.html#links

Anónimo dijo...

Si es así, no habrá que faltar ;) Por allí estaremosssss. Beso.

Morgenrot dijo...

Y cuando la miseria entra por la puerta , el amor sale por la ventana.

Hasta respirar tiene precio. Es la Natura.

Todo deja huellas, algunas imborrables y ¡ pobre del que viva hospedado en el pasado o en lo que ha de venir !

Besos fuertes,

Anónimo dijo...

Besos sin precio, Morgenrot.

ana dijo...

Esta parienta(en broma mi abuela paterna era de apellido BARTOLI y era de registro soprano )es aparte de una cantante extraordinaria un ser de una dulzura ,una modulaciòn ,un arte escènico incomparable.
Tuve siempre un trauma con los coros.Tenìa personalmente registro de soprano-escaso en mi escuela-y en los coros me tenìan que sacar porque desentonaba.
Mi abuela,la BARTOLI ,decìa que desentonaba en tonos o sea me iba de octavas.
Conmigo era graciosìsimo puès hasta a una psicòloga me mandò la profesora de mùsica ,puès decìa que tenìa linda voz y sostenìa que era problema de timidez.
Mi pobre nonna soprano BARTOLI no tuvo herederas entre sus nietas.Siempre se ponìa muy triste:todas desentonadas......
Cada vez que la escucho a la BARTOLI me acuerdo de mi abuela.Ella es mezzo.Mi abuela era soprano y tenìa un dejo de dulzura en la voz y en el gusto que me la trae al recuerdo.Mi abuela era de la zona de esta gran cantante.

Elvira dijo...

Hola Ana: he puesto recientemente Lascia la spina en mi blog, pero en la interpretación que escogí en Goear.com no decía el nombre de la cantante. ¿La reconoces? Había otra de C. Bartoli, pero esta me emocionó más. Besos!!

Anónimo dijo...

Voy para allá. Beso.