Es el otoño.
Las nubes, escribas, desgranan
su caligrafía de algodón y de ceniza.
Las hojas secas murmuran
su atávica consigna de savia derrotada;
la música cautiva de la devastación.
Y de repente
una rosa.
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"¿Quién habla de victorias?" (RILKE). Pues aquí estamos para eso.
40 comentarios:
Una rosa que no sería tan hermosa si no fuera por las hojas secas, por las nubes, por el otoño... Un beso, rosa.
Precisamente, queridísimo. También lo bello necesita un contrapunto. Un beso de otoño.
P.S.: Por cierto, qué extraño encontrarle entre poemas... :)
Qué belleza de imagen y de poema...
Qué regalos nos dejas..
Gracias, un beso
Gracias por la rosa de tus ojos, bella. Beso.
Hay mucha poesía en la que me pierdo como un niño en un parque de atracciones. Si me monto en alguna atracción me mareo irremediablemente. Me contengo para no achacar el problema a la atracción misma, y prefiero echarle la culpa a cierta labilidad neurovegetativa. Pero hay parques donde las atracciones me parecen realmente atractivas, porque al montarme en ellas entiendo sus motivos, y en el viaje me asaltan asombros y juegos y risas y rosas... Hernández, Neruda, Salinas, Lorca, Pessoa... Parque de atracciones pequeñito, antiguo pero tan, tan acogedor... Y seguro que tiene puertas a otros parques... Como el tuyo, que debería probar mucho más... Beso agradecido.
Magníficos versos, Ana. Me han emocionado. “Y de repente / una rosa”. La rosa que aún pervive en el otoño, sobre un suelo cubierto de hojas secas y bajo un cielo nublado, es el mejor símbolo de la belleza que se resiste a su desaparición. La belleza nos asalta cuando menos la esperamos; es hermana de la casualidad y el asombro.
Un abrazo.
Una rosa que parece una estrella solitaria, pero que conserva el perfume y el amor que dan los rayos del sol a una rosa de color.
Y de repente
un beso.
Bellos susurros a un otoño que no llega. Florido y espinoso en tu entrada arrasadora. Muacks.
Qué aparentemente sencillos y qué hermosos los versos, Ana. Recordando la idea de JRJ, te diría que justamente como una rosa.
Sir: No son tan antiguos ni pequeños esos parques que mencionas. En todo caso, a veces es en los recintos pequeños donde a uno le cuesta más encontrar la salida: nada es lo que aparenta en el cogollo del laberinto.
Ya sabes que estás invitado a deambular por mis reducidos aposentos. Un beso menudo.
***
Querido Ramiro: La belleza es hermana de la casualidad y del asombro, sí. También del caos, y en algún modo de la muerte. Beso agradecido por tus palabras.
Querido Fan: El sino de las rosas es la soledad. Es el precio que pagan por la belleza que custodian, por esa luz que no se acaba. Un beso, de repente.
***
Luis: Las espinas del otoño producen siempre sangre dulce. Y de vez en vez algún hallazgo. Como la rosa de tenerte en esta casa. Un beso, querido.
***
Carlos: "No lo toquemos ya más, que así es la rosa" :-) Un beso intacto para ti.
Llegaron tus preciosos versos a mi rescate. Gracias querida.
Un beso.
Te tiendo un poema en mitad del otoño. Un beso estrecho, querido Nuncio.
En los poemas -y sobre todo si salen rosas- habría que anular la posibilidad de comentar. Por lo del toqueteo. Es broma. Además, como no lo has hecho, te dejo el testimonio de mi admiración. Es muy bonito. Besos
Beso sin toqueteo, caro Antonio :-)
Hasta he podido sentir su fragancia.
Preciosos veroso Ana.
Jesús.
El aroma de la belleza inesperada en el paisaje gris siempre es más dulce, Jesús. Un beso intenso.
Precioso poema, querida Ana. Y muy de acuerdo con lo que le has dicho a Sir John: "También lo bello necesita un contrapunto."
Gracias y un beso
Sin contrapunto seríamos una pasión inútil, bella Elvira. Un beso y un cariño.
Una rosa que tiene el poder de acallar esa música. Gracias por el regalo, Ana. La belleza en pocos versos se cuela por los intersticios y cala hasta el centro.
Un beso grande, agradecido.
La devastación y la belleza siguen caminos paralelos; nunca se agotan, nunca se encuentran. Un beso, Leo, desde el fondo mismo de tu centro.
¡Ay, querida Ana! Una rosa es una rosa, como escribió el poeta, pero tú la vinculas al poema. Ambos son manifestaciones de la belleza resistiéndose a su naturaleza: la fugacidad. Un beso.
Sólo la escritura logra eludir el óbolo del tiempo; la rosa, como en un juego implacable de las prendas, va despojándose de pétalos para sobrevivir. Un beso, mi querido Antonio.
Mágico y sorpresivo descubrimiento en medio de tanto otoño. ¿Será el cambio climático o la poesía del amor?
Doctor: La ironía inteligente puede también ser una rosa. Gracias por la tuya. Un beso.
Son muchas las rosas de Otoño, si llegara realmente ese Otoño. Aquí no parece querer venir...
Bellas las nubes que forman figuras y el pisar de las hojas marchitas pone su música peculiar, ¡ qué nostalgia de otoño !
No tantas, amiga Morgenrot, no tantas las rosas... El otoño siempre acaba por llegar, las rosas muchas veces suelen esconderse... Un beso con música de hojas, querida.
Estupenda y suave poesía de otoño. A cambio "me atrevo a hablar" compartiendo esta:
A Wish
[por Edith Södergran]
Av Hela vår soliga värld
önskar jag blott en trägdårdssoffa
där en katt solar sig...
Där skulle jag sitta
med ett brev i barmen,
ett enda litet brev.
Så ser min dröm ut...
Mi traducción libre:
Of our entire sun-drenched world
I just wish one thing alone: a garden bench
whereby a cat is basking in the sun...
There I would love to sit down,
with a letter hidden in my bosom,
one single short letter.
That is my only reverie...
My dearest Prince Albert: You know there is always a bench in my heart. Another kind of rose... Sweet kiss from Victoria.
Bello poema, Ana. Cada día me estremecen más tus versos.
(en privado te haré una sugerencia rítmica jaja)
Espero esa sugerencia, cielo. Te llamaré, que además tengo que comentarte algo. Un beso enorme y agradecido.
Tú la rosa y nosotros el contrapunto.
Feliz feliz,
Beso
Hermoso contrapunto. Feliz yo de tenerte en casa. Beso, Cristian.
Pasé a dejarte un beso. Y a re-regalarme esa rosa...
... y de repente nadie ignora que la poesía, va implicada integramente con tu personalidad Ana.
Varios días llevo leyendo UNA ROSA,
pero hasta aquí llegaré. Descansaré un rato a tu sombra, y esperaré pacientemente leyendo a Quevedo:
Mi penitencia deba a mi deseo,
pues me deben la vida mis engaños,
y espero el mal que paso, y no lo creo.
¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huído!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.
Besos
Beso, hermosa rosa. Beso hermoso, rosa.
Sé que la autocita es imperdonable; pero tu poema me ha hecho recordar algo que escribí hace mucho tiempo, que tenía olvidado y que (creo) condice con lo que has escrito:
"Anémona en la nieve.
Susurra que no ha sido una mentira."
(Y lo que es mucho más apremiante: ¿dónde se coge número para eso -pertubador- de hacer "sugerencias rítmicas en privado"?)
Tu visita es un pétalo de rosa irrepetido, bella Leo.
***
Beso a la sombra de la rosa, Fan.
***
Rosa en el mar de tu beso, querido Pirata.
***
Para lo apremiante hay que coger número, querido Fran. Y por cierto, gracias por la verdad de su anémona.
Desde las antípodas en relaciòn a los meridianos:
"Tendría que vibrar la primavera este noviembre en mi alegrìa.
Sin embargo mi espìritu cae en el desconcierto de mi patria.
En las muertes cotidianas del espanto en que vivimos.
Se ahoga el entuciasmo entre la ambiciòn desmedida de algunos y las crisis sucesivas de todos nosotros.
DONDE HABEIS ESCONDIDO LAS FLORES?"
De nuevo siguiéndote a través de tus blogs... como siempre tus polobras son bellas, ligeras y transparentes.
desgranan... ceniza, hojas, secas... ese desgranan rinde toda esa melancolía tan tipica del otoño, su estado emocional... los hojas secas son su imagen...
precioso poema, como siempre. El poder de sintesis me fascina...
Te agregue a mi blog (cuentos y poemas, mas poemas que cuentos), a ver si algún amigo mío descubre también tus versos.
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