A veces me parece que mi vida es sólo abandonar ciudades, ver los edificios alejándose desde la ventanilla trasera de un taxi. Aprecio con intensidad, hasta el detalle, esa silenciosa despedida de secuencias cinematográficas en busca de autor. Me gustan los taxis, su aleatoriedad, su mundo pequeño y perfecto que empieza y termina con un tintineo de monedas. Me gusta también esa instantánea decisión que se cumple en breve plazo: dar una dirección que te lleva sin más hasta el amor o el olvido, buscar un camino de regreso desde la plenitud o el caos.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
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36 comentarios:
Maravillosa imagen la que describen tus palabras, porque en ese discurrir entre el encuentro y el abandono, si no estamos ciegos, la vida se palpa en cada tramo.
Cariños como siempre, I
Mi querida Idea: Estaba entristecida esta casa con tu ausencia. Me alegra enormemente tu regreso, y espero que tu largo viaje haya tenido mucho de encuentro y de abandono, de vida y de hallazgo. Beso desde ese tramo que tal vez hayamos compartido.
Bello texto. Como siempre.
Besos.
Muy bello texto, querida Ana. Sugerente y poético, aunque eso no me sorprende. Besos
Que el último taxi de tu trayecto (espero que no fuera amarillo) te devuelva a un gran momento de tu vida. Besos, abrazos, carantoñas, y achuchones.
¿Por dónde andas, querida? ¿Adónde te llevan esos taxis?
La realidad es otra cuando se mira a través de la ventanilla de atrás, o desde el retrovisor. Quizá sea más real, por aquello del movimiento.
Te he echado de menos.
Un beso.
Buen día Ana!!!
me hiciste sentir con cada palabra
que se materializaron en imágenes silenciosas...
besos de paz!!!!!
Mat
En un taxi puede hallarse el universo entero, y esa mirada atrás...supone sensaciones que dificilmente son explicables, salvo en tu caso.
Beso fuerte,mi querida Ana
El taxi de esas otras ciudades distinta a la nuestra es el territorio móvil del viajero. Acaso la patria en fuga de quien ha dejado su casa y piensa en ella. Un abrazo hogareño, querida Ana.
Generosas tus palabras. Como siempre. Beso, querido Nuncio.
***
Gracias por venir hasta mi casa, Elvira. La sugerencia nos acecha en cada acto cotidiano. Un beso.
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Ojalá sea como dices, querido Luis. Es cierto que estoy en un momento cambiante... y el viaje es una metáfora perfecta, también una respuesta necesaria. Besos.
Bella Leo: Últimamente son mis taxis los que me llaman a mí, en lugar de lo contrario. Saben de mi querencia por lugares ajenos que se mueven... Yo también os echo de menos. Mucho. Pero hay viajes que sólo conocen un instante preciso, irrevocable. Beso.
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Mi queridídimo Mat: La imágenes silenciosas son las más elocuentes. En su callada algarabía habita la razón de nuestros días. Un beso blanco.
Querida Morgenrot: Esa sensación me acompaña desde siempre. En taxis he hablado, besado, llorado. Desde sus ventanas las ciudades me despiden, transformadas en pañuelo que la velocidad arrastra. Un beso grande.
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La patria en fuga... Bellísima imagen, querido Antonio. Pero no es el hogar lo que añoro en esa fuga, no es el regreso. Es algo parecido a un amor que se apagara... Beso en el hogar de tus palabras.
Y si uno se va andando hasta la estación, ¿no cuenta?
¿Y con el que se queda mirando el taxi qué pasa?
Un placer descubrir tu arte.
Un saludo con admiración.
Muchas veces el taxi es el instante previo al encuentro o la despedida... siempre que el taxista guarde silencio y no tenga conectada la COPE, por ejemplo. Besos
Yo creo de saber muy bien de este peculiar estado de la mente. Personalmente es como una leve y breve, aún inmanente, tristeza no bien definida. En realidad es algo que pero no tiene nada a que ver con el “νòστος”, y sin embargo que impregna las ultimas horas que preceden cada mi salida.
De echo a partir del momento de la preparación de mi mochila, las imágenes, los sonidos y los perfumes que estoy dejando ya me acompañan. Y, en un silencio casi religioso, asumo este maravilloso mélange de dulces sensaciones, que dan sentido a mi vida y me impulsan a vagar siempre más curioso y más entusiasta en este mundo tan hermoso y sorprendente.
es verdad...
hay mucho cierto en que para escribir algo tan bonito, fruto de la reflexión, se necesitan ratos de soledad.
tenias razon... como siempre
un besete.
¡Por fin! ¡Cuatro palabras!
A tu salud.
Un abrazo polar.
Felices luces, digo lindos días, digo, bellos pasos, digo .. que un beso, señora.
Hay ocasiones en las que me parece mejor no comentar, y permanecer en silencio. Sobre todo cuando leo algo tan personal.
Pero de todas formas quiero desearte lo mejor,
esté donde esté, en un viaje de ida, o en el de vuelta.
Sólo quería que lo supieras.
Un beso, admirada y querida Ana.
te comprendo, yo también en algún taxi, he hablado, llorado y besado.
un beso amiga
Me vienen a la memoria unos cuantos años que me pasé de taxi en taxi, de ciudad en ciudad, de ida y venida.... al final, el taxi era el refugio, donde no habia ni reencuentros ni despedidas.
Me ha llamado especialmente la atención la última frase "Me gusta también..."
Sea de ida, sea de venida, feliz aterrizaje.
Jesús.
Ayyyyyyy, Pablo...
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Gracias, Luzdeana, y bienvenida.
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Escéptico: Lo de la COPE me ha llegado al alma, jajaja. Un taxi con la COPE puede ser peor que hacerse un trayecto en el taxi de Caronte. Beso.
Prince Albert: Entre sentimientos agridulces y siempre en movimiento transcurre nuestra vida. Lo sabemos... Kiss, V.
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José Antonio: No es razón, es corazón :-) Beso, lindísimo.
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Paulus: La tuya es la quinta :-) Abrazo y beso, querido malvado.
Mi queridísimo Fer: Entre taxi y taxi la pequeña luz de tus palabras... Beso encandilado.
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Dulce Mariluz: No sé apenas la dirección del viaje... Sólo que últimamente es todo complicado... Y en cada taxi busco una respuesta. Gracias por tu sencilla belleza. Beso.
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Adela: Bienvenida sea tu entrada en esta casa. Beso.
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Jesús: En esos coches duermen tantas historias que se cruzan... Un beso en tránsito.
He subido a un taxi, le he dicho coja el camino de regreso, y me ha llevado hasta aquí.
Me gustan los taxis, son inteligentes...
Un beso de bandera
Fan: Lo bueno de un taxi es que siempre hay un camino. Beso, querido. Bienhallado.
Querida flor de invierno como diria Paco Bodes y, aunque no te suelte un madrigal, afirmo:
Como siempre sublime y subliminal. Recuerdo aquel penúltimo taxi y lo peor aquella música que sonaba a seminarista irredento ante las puertas de un palacio lluvioso, frio, norteño como el montañés y sin embargo primaveral.
Besos del oso que hiberna.
SAJTG: Beso memorioso que llegue hasta tu cueva, cielo. Duerme.
Lo cuentas tan poéticamente que me invitas a coger el paraguas y la gabardina y llamar a un taxi. No se todavía si para ir o para regresar.
Mi querido Doctor: Ir o volver poco importan cuando las reglas del juego se quebrantan. Quizá ante ti se abra un jardín de senderos bifurcados. Un beso.
El taxi es la metáfora de la rapidez y fugacidad de la vida ("taxus"="rápido").Todo en él se vive y se apura hasta el límite; muchas veces no se sabe el destino final, ni siquiera si podremos regresar al punto de partida.
Las palabras de Ana son un estímulo para la imaginación y para la inteligencia sensitiva. Enhorabuena.
Querido Cändido: Todo transcurre rápido en la leontina que se custodia en nuestras manos. Los carillones solemnes y ajenos marcan horas que siempre son de otros. Un beso y bienvenido.
La vida da tantas vueltas que nunca sabemos en donde acabaremos. Pero piensa que una persona tan especial como tú, solo deja buenos momentos a su paso. Suerte, vayas a donde vayas. Un beso.
Un beso agradecido, bellísima. Encantada de que tu taxi te haya dejado aquí por un instante.
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