miércoles, 13 de junio de 2007

PROMESA POR LA ESPALDA

Prometí a mi más admirado bloguero que compartiría esto públicamente (pueden ustedes hacer lo propio desde aquí). El asunto me ha cogido por sorpresa -a la vista está-. Volver y volverte y darte cuenta de que no han dejado de observar tu espalda (sin duda nuestra parte más vulnerable y elocuente) conlleva un misterio y al mismo tiempo un peligro. Quien contempla tu espalda puede conocer tu pasado y tus derrotas, puede amarte por ello o, lo que es peor, compadecerte. Decía Tucídides que la mujer debía mantener a cubierto su nombre y su espalda; me temo que he descuidado ambos preceptos. Quid faciam?

Y por redondear la transparencia de los nombres (y acabar de pegarme con Tucídides)... he descubierto que la transcripción numérica del mío es esta sucesión de 0 y 1:

01000001 01101110 01100001 00100000 01010010 01101111 01100100 01110010 01101001 01100111 01110101 01100101 01111010 00101101 01100100 01100101 00101101 01101100 01100001 00101101 01110010 01101111 01100010 01101100 01100001

Muchos más ceros que unos. ¿Tendrá algún significado?

6 comentarios:

JML dijo...

Es un placer leerla de nuevo... y verla más. No sé si soy yo su más admirado bloguero (no me desengañe aún), pero aspiro a ser su más fiel lector, de espaldas o de frente, como vd. prefiera. Bienvenida, otra vez. Lamento no contarle más y mejores cosas, pero tengo un día malo. No se preocupe, se me pasará pronto.

Un abrazo y dos besos

Anónimo dijo...

Abril ya pasó, ya es casi otoño. Beso tercero, mi admirado. Siempre esperándole.

Anónimo dijo...

Tengo un blog, pero hace tanto tiempo que no lo visito, y recordar sus datos en este momento... (Que mi nombre sea, por ahora, Antonio Anónimo.) Y sobre esos ceros podría decirte que, claro... significan que demasiada nada (tanta como mi admiración) rodea a la número uno. Un beso (lamentablemente virtual) desde Perú.

Anónimo dijo...

Querido Antonio: Dejaste para mí de ser anónimo. Beso transoceánico en el 1 y los ceros de tu nombre.

Pirata de Mar y Cielo dijo...

Mil cofres de gracias por tu beso, Ana. Después de todo, parece que hay tesoros que un pirata no tiene que robar.

Anónimo dijo...

En esta casa la norma es el regalo, querido amigo. Para ladrones, ya está el mundo, llenito lleno. Otro beso.