jueves, 1 de enero de 2009

UNO DE ENERO

Para Rubén, Cristian, Antonio, Pablo, Elvira, Morgenrot, José Antonio y todos los que cuentan con habitación en esta casa.

Recuerdo que hace un año y un día, en 31 de diciembre, instaba a los lectores de esta bitácora al cambio, tras una tarde cinematográfica de melancolía y ensueño. Esta vez me encuentro ya en día 1, con una criatura entre las manos que se despereza con absoluta parsimonia. El Año Nuevo es un pequeño sol que quema sin saberlo, una esperanza de ser ajena a su propio nacimiento, también a su crecimiento y a su inevitable y pagana desaparición.
El 1 en cualquier calendario conocido es en definitiva una bisagra. Su propia forma lo delata y los romanos lo sabían muy bien, pues el 1 era el día de las puertas, del final y del comienzo, el día de Jano (Ianuarius > January o Enero) que regía el inicio y la clausura de la paz y de la guerra, el día del dios bifronte que miraba altivo hacia delante sin desechar la memoria humilde del pasado.
Si miro entonces hacia atrás encuentro episodios formidables, algunos de ellos no del todo indiferentes a las estancias de esta casa. Recuerdo la llegada de una pequeña con los ojos temerosos de la luz, que en este mismo día será el despierto pestañeo de su padre Rubén. Al otro lado del mar y prácticamente al mismo tiempo vivía Cristian idéntica ventura en otros ojos. Que sean dichosas Natalia y Valentina.
Otros hijos adquieren otras formas. Antonio y su grupo, Cinco Siglos, ha alumbrado una preciosa grabación de delicias barrocas entre la música y la literatura, entre Góngora y Goya, entre la tarantela y la seguidilla, que destila disfrute puro, además de constituir un necesario rescate de nuestro acervo musical menos conocido (a veces conocido pero mal tratado) y más sabroso. Antonio y su grupo empiezan a malacostumbrarnos a grabar discos con mimo, exquisitamente documentados –las notas de Antonio son de quitarse el sombrero– y con repertorios “muy nuestros” en el sentido menos palurdo de la expresión, extraordinariamente amenos y fresquísimos. Porque hay vida musical en España más allá e incluso más acá de Falla, aunque muchos no lo sepan.
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Otro acontecimiento es la resurrección cual ave fénix de la bitácora de Pablo J. Vayón, de quien lloramos con sinceridad en su tiempo el cese de El Festín de la Araña. De aquellas cenizas ha renacido en 2008 El Martillo sin Dueño, uno de los espacios de música más documentados y elegantes que se puede visitar en la blogosfera.
Y cómo olvidar las bitácoras de Elvira Coderch, Morgenrot y José Antonio Gómez, que Jano vio aparecer en 2008 como espacios cálidos que siempre acogen con ternura al visitante. De los partos propios no hablaré, que ya lo hice en su día y no es cuestión de repetirse en 2009 sin méritos renovados... En eso precisamente estamos.
A todos ellos, y a todos los que cada día pasan por aquí, por tanta luz, por tanto nacimiento, por tanta generosidad “sin ánimo de lucro”, les dejo la banda sonora de un espectacular alumbramiento: el de Polymnía, la personificada poesía, centro y origen de cuanto late iluminándonos el mundo, vista por Rameau en una partitura inolvidable. Felicidad… y miremos ya hacia lo que empieza. Audaces Fortuna iuvat.

14 comentarios:

Antonio Torralba dijo...

Muchas gracias, Ana, por tus palabras. No sólo por las que se refieren a nosotros. Por todas. Besos

Elvira dijo...

Queridísima Ana:

Me ha emocionado tu dedicatoria. Es un honor tener habitación en tu casa y un placer tu compañía. Además, siempre aprendo algo nuevo.

No conocía esta pieza de Rameau, tiene mucha belleza y armonía. Que la musa te siga acompañando siempre y nos sigas deleitando con tus escritos y buena música.

Mil besos agradecidos!

PD: Tú también tienes habitación en mi casa, con ventana soleada :)

Anónimo dijo...

El agradecimiento me corresponde a mí. Un abrazo y un beso afectuosos, por hacerme los días más bellos.

Pablo J. Vayón dijo...

Muchas gracias por lo que me toca, y que en este 2009 nos merezcamos la ayuda de la Fortuna.

PEGASA dijo...

Feliz año nuevo a tod@s. Deseo que de todo corazón que todos vuestros sueños se cumplan, que aprendamos de nuestros errores, que tengamos mas paciencia para no enfadarnos por tonterías, llorar pero de la risa y nunca, nunca tener penitas del corazón. Tender la mano al que sin pedirnos ayuda sabemos que nos necesita. Y que siempre pero que siempre nos sintamos queridos y abrigados de cariño. Nunca olvidar que solo vivimos de alquiler, que la tierra no es nuetra posesión y que la heredará nuestros hijos.

Bueno ya os dejo descansar. Que lo dicho. FELIZ AÑO NUEVOOO, HAPPY NEW YEAR 2009.

Anónimo dijo...

Sea :-)
Y un beso.

Fer dijo...

"el tiempo que atraviesa las palabras de entonces y de ahora", fiel, sigue mostrando como son las personas. No se puede ocultar, y así te muestra. Es suerte poder leerlas. Gracias por escribir lo escrito y por ser como eres.

Eso es inconfundible.

En vez de un rápido saludo, una ola de mar a tus pies, una brisa a tu frente, y el Sol de mediodía a tu rostro.
¡No desaparezcas, por favor!

rubén dijo...

Creo que a Natalia le va a gustar mucho esa pieza de Rameau.

Muchas gracias, Ana. Un beso.

Anónimo dijo...

Sallopilig ref: Hay sol y brisa y mar en el paisaje de esta casa. Y todo gracias a vuestra palabra y presencia, gracias a los amigos que hacéis de este espacio un pequeño milagro. Beso especialmente enternecido para ti.

***

Rubén: No dudo que así será. El advenimiento de Natalia, la que nace, también respira en esta música. Beso para ti y para ella.

José Antonio dijo...

Ana,
sabes que estoy,
a la vuelta de la esquina.

Anónimo dijo...

:-)

zeta dijo...

La luz quema los ojos de algunos =/; làstima. En cambio lo que usted hace es bueno, y no creo decir algo mejor. Felicidades por su criatura distendida y su gusto de diamante. Ojalà para usted sea un buen año, y de hecho que si los que vienen aquì lo siguen haciendo, serà un buen año para ellos tambièn.

Linda música, por cierto, tranquila, sobria, no se si es idea mía, pero una voz no hubiera combinado, lo cual me resulta desconcertante. Un beso. Cuidese.

Anónimo dijo...

Usted también hace buena esta casa, amigo Zeta.
Beso lleno de cariño.

Morgenrot dijo...

Mi linda Ana:

Me dejas sin palabras,¿ y hablas tu de generosidad ?, debe ser la que te engrandece, con la ternura y calidez que te acompañan, más el arte y belleza de la palabra. Todo es Ana.
Ana, la maestra, la siempre dispuesta, la exquisitez por antonomasia.

¡ Dios te bendiga !, y la felicidad posible reine en tí y nos la apliques para que sigamos aprendiendo.

Maravilloso post de año nuevo y recuerdo del pasado.

Gracias infinitas con el corazón hondamente repleto de afecto hacia tu persona.