martes, 23 de marzo de 2010

LACHRIMAE

Cariátide en Ámsterdam.

15 comentarios:

Antonio Tello dijo...

La foto y su título me suscitan preguntas como éstas ¿qué provocan esas lágrimas? ¿El esfuerzo? ¿La lejanía de su patria? ¿su condena a la inmovilidad? ¿o la imposibilidad de ver el laberinto de canales?
Un beso de bienvenida querida Ana.

Anónimo dijo...

La belleza y la angustia con frecuencia caminan de la mano, mi querido Antonio. Tal vez su reflejo distorsionado en los canales resulte demasiado luminoso, y la hermosa se protege con las manos... Beso regresado.

leo dijo...

Ufff, toda su eternidad de piedra llorando. No la envidio por eso. Sí la belleza, claro.
ESpero que no sea una metáfora de situación.
Un abrazo grande, Ana.

C.C.Buxter dijo...

Como siempre, visitando las ciudades más feas de Europa, ¿eh? A mí me encantó Ámsterdam, pese a algunas zonas tenebrosas... Espero que disfrutases la visita y que tus lágrimas sólo fuesen de alegría :-)

Fer dijo...

Un poema de León Felipe, desarrolla el sustantivo lástima, "lástima que yo no tenga una casa solariega..."

Y digo yo, porque no varía con el tiempo lo que veo: lástima que no se repitan en tántos sitios algunas personas, y por otro lado, menos mal.

Tienes un arte. El de la autenticidad.
Saludos, bella.

SAJTG dijo...

Más pareciera que le hubiesen vendido talmente una edición de los bingueros sin bonus tracks.

Beso loco.

Anónimo dijo...

Qué atinada observación, hermosa Leo... Aunque la piedra de que está hecha la eternidad también tiene sus fisuras, sus canales surcados por las lágrimas. No, la eternidad no es imapasible. Un beso.

Anónimo dijo...

¿Zonas tenebrosas, querido C.C.? Ay, por dónde andarías tú... Yo sólo vi la luminosidad de los reflejos del Singel... ;))) Un beso iluminado.

Anónimo dijo...

La autenticidad puede tener esa forma de manos femeninas cubriéndose el rostro. Tantas cosas que no ver, tantas por las que llorar. Un beso verdadero, mi queridísimo Fer.

Anónimo dijo...

Querido SAJTG: Sin duda, loco mío, sin duda... Sólo con oír el tenebroso título ya se cubre el rostro, la mi pobre... Besos setenteros ;)

Elvira dijo...

Preciosa tristeza la de la estatua. Como dice Leo, espero que no refleje tu situación.

Besos alegres, querida Ana!

Anónimo dijo...

Siempre hay momentos, hermosa, pero yo aún soy de carne y hueso. Para estas cosas puede ser una ventaja... Ser de piedra triste sería poco menos que un fatum dictado por algún dios vengativo...

Sir John More dijo...

Igual tenemos que ir mirando hacia arriba, hacia las piedras, para distinguir gestos interesantes. Luego de cruzar una Sevilla atestada de gente es el primer gesto bello y que me hace pensar... Un beso añorante camino de Gredos.

Anónimo dijo...

No creas, queridísimo Sir. A veces mirar hacia el suelo nos hace ver el polvo que levantan nuestras huellas. Ese polvo, al elevarse, construye a veces cariátides en nuestra mente, espejismos en piedra de tierras añoradas. Un beso en tu huida del exceso sevillano.

Jesús Cabezón dijo...

No me extraña que se pase el día llorando, estando castigada como está a soportar tal peso sin descanso alguno.
Escéptico